No somos autoridad para afirmarlo, pero tampoco podemos negarlo. El padre Darío Betancourt contó a su audiencia durante una transmisión en vivo lo que, a mi juicio es un milagro eucarístico.
Esta hostia que el padre Darío conserva en el ostensorio fue consagrada a principios de diciembre de 1964.
«Esta hostia es la famosa hostia que yo consagré a principio de diciembre de 1964, miren qué tantos años. Eso hace que la tengo y se me olvidaba cambiarla».
Luego explicó que la Iglesia manda que se cambien las sagradas especies cada mes máximo, ya que son muy delicadas y se pueden dañar.
Ya son 66 años y no se ha dañado.
El padre Darío comenta que a veces la toca y la encuentra perfecta, y que una vez probó a conservar hostias no consagradas pequeñas, y se le llenaron de moho al cabo de un mes.
«Y la consagrada intacta, 56 años, ya no la cambio. Esto es un milagro, yo creo, con esos fríos del invierno y el calor del verano y no se ha dañado… yo creo que estamos ante un milagro eucarístico».
De este pequeño milagro, nos habla más detalladamente en el siguiente video:
Vale la pena conocer y compartir este caso, que es verdaderamente un milagro
También puedes ver el video en donde nos contó hace pocos días sobre este milagro en este link (minuto 1:24:35): https://youtu.be/6Efgl17eyH4?t=5073
¿Quién es el padre Darío Betancourt?
El padre Darío Betancourt dedica su vida a predicar la palabra de Dios alrededor del mundo. Dicta seminarios de espiritualidad. Su trabajo por la niñez colombiana es incansable, esto se ve reflejado en su Fundación Positivos por la Vida, que fundó en Medellín en el año 1992 y que abrió las puertas del primer programa Dulce Corazón en 2006. Desde entonces impacta la calidad de vida de niños en estado de vulnerabilidad, algunos con VIH/SIDA.
En su canal de Youtube da catequesis, enseña sobre la sanación, hace oraciones, eucaristías, entre otros temas. Ha escrito varios libros, como Baño de Luz, Vayan y cuenten, y otros trabajos en los cuales habla sobre todo de sanación física y espiritual. El padre Darío ha hecho mucho hincapié en que Dios te quiere sano y no necesitas a un sacerdote para alcanzar la sanación, porque como decía Santa Teresa de Jesús, «Sólo Dios basta».
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