Vidas de santos

Quién era San Valentín

Quién era San Valentín
Quién era San Valentín

Se cree que San Valentín, también conocido como San Valentín de Roma, fue un obispo y mártir que vivió durante el siglo III. Es principalmente el patrono de los enamorados, aunque también de los apicultores, los epilépticos, los matrimonios felices, las pestes, los viajeros y los jóvenes. Suele ser representado con pájaros y rosas y nuestra Iglesia lo recuerda el 14 de febrero, fecha extensamente conocida como el «Día de los enamorados», debido a la relación que esta celebración guarda con el santo.

No se sabe mucho sobre la vida de San Valentín, ni si en realidad su nombre se refiere a uno o más santos, por lo que la festividad se borró del calendario eclesiástico en 1969, sin embargo no está borrado del martirologio, por lo que se permite su culto local.

En cuanto a su muerte, existe un amplio consenso sobre el martirio de San Valentín, pero las historias y datos sobre este misterioso santo no son tan consistentes como desearíamos.

Tres Santos llamados Valentín

En realidad hay tres santos mártires con el mismo nombre que fueron ejecutados en tiempos del Imperio Romano, y cuya festividad cae en la misma fecha; los dos primeros fueron martirizados en la segunda mitad del siglo III, siendo el emperador Claudio II.

  1. Un médico romano y sacerdote. Claudio II ordenó decapitarlo el 14 de febrero de 269; fue muy venerado en Francia.
  2. Un obispo de la ciudad de Interamna (hoy Terni, Italia), que bajo las órdenes del prefecto Placidus, también fue arrestado, azotado y decapitado. Sus restos se encuentran en la basílica que lleva su nombre, en Terni, donde el 14 de febrero es la fiesta patronal;
  3. Un obispo llamado Valentín de Recia, que vivió en el siglo V y fue enterrado en Marlengo, cerca de Merano, en el Tirol, Italia; en el siglo VIII su cuerpo se trasladó a Passau, Baviera, en Alemania; es invocado para curar la epilepsia, y a partir del siglo XV se le representa con un niño tendido a sus pies.



Leyendas sobre San Valentín

Una historia común sobre San Valentín es que en un momento de su vida estuvo bajo arresto domiciliario con el juez Asterius. Mientras hablaba de religión y fe con el juez, este lo puso a prueba.

A San Valentín le presentaron la hija ciega del juez y le dijeron que le devolviera la vista. Si lo lograba, el juez se comprometió a hacer cualquier cosa por Valentín. Poniendo sus manos sobre sus ojos, Valentín le devolvió la visión a la niña.

El juez Asterio se sintió humillado y obedeció las peticiones de Valentín. Asterio rompió todos los ídolos alrededor de su casa, ayunó durante tres días y se bautizó, junto con su familia y toda la casa de 44 miembros. Posteriormente liberó a todos sus presos cristianos.

Otra historia cuenta que San Valentín fue arrestado y encarcelado por casar a parejas cristianas y ayudar a los cristianos perseguidos por Claudio en Roma. Ambos actos fueron considerados delitos graves. Cuando el santo intentó convencer a Claudio del cristianismo, éste se enfureció y lo condenó a muerte, ordenándole que renunciara a su fe o de lo contrario sería decapitado. San Valentín se negó a renunciar a su fe y fue ejecutado.

Los restos de San Valentín

Se cree que el sacerdote y el obispo Valentín fueron enterrados en la Via Flaminia en las afueras de Roma. En el siglo XII, la puerta de la ciudad conocida en tiempos antiguos como la Porta Flaminia (ahora conocida como Porta del Popolo) era conocida como la Puerta de San Valentín.

Un cráneo atribuido a San Valentín Mártir se conserva dentro de una urna de cristal, a la vista de los fieles, en la Basílica de Santa Maria en Cosmedin en Roma.

El Papa Gregorio XVI en 1836 habría entregado como regalo al carmelita John Spratt, que era famoso por sus oraciones y prédicas, un vaso teñido con sangre de San Valentín. Este obsequio se encuentra ahora en la iglesia de Whitefriar Street en Dublín, Irlanda.

Otras reliquias habrían sido encontradas en Praga, en la Iglesia de San Pedro y Pablo en Vysehrad; en la iglesia parroquial de la Asunción de Santa María en Chelmno, Polonia; en el relicario de Roquemaure en Francia; en el Stephansdom de Viena; en Balzan en Malta y también en la iglesia del Beato Juan Duns Escoto en el área de Gorbals en Glasgow, Escocia.



Por qué se celebra el Día de los enamorados

El carácter romántico del día de San Valentín puede haberse desarrollado durante la Edad Media, cuando se creía que los pájaros formaban parejas a mediados de febrero. También es posible que este día se creara para eliminar la festividad pagana, Lupercalia.

El amor de Cristo

Si bien parece que el intercambio de regalos y saludos del día de San Valentín es más bien el resultado de una costumbre secular que de la memoria del santo, hay un mensaje cristiano que vale la pena recordar: El amor de nuestro Señor, bellamente representado en la imagen de Su Sagrado Corazón, es un amor sacrificial, desinteresado e incondicional.

Tal es el amor que cada cristiano está llamado a expresar en su propia vida, a Dios y al prójimo. Es evidente que San Valentín –no importa cuál de los tres– mostró tal amor, dando testimonio de la fe en su dedicación como sacerdote y en el ofrecimiento de su propia vida en el martirio.

Nunca olvidemos las palabras de Jesús:

Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos -Juan 15, 12-13

San Valentín entendió y cumplió este mandamiento.

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