Esta es una Novena a San José de Cupertino, y suele rezarse desde el 9 al 17 de septiembre, pero se puede rezar en cualquier momento del año, como toda novena, si así se requiere.
Cómo rezar la Novena a San José de Cupertino
- Señal de la Cruz
- Dios mío, ven en mi auxilio; Señor, date prisa en socorrerme.
- Gloria
Himno
Misterio inefable de amor, se libera del mundo quien está unido, quien encuentra su descanso sólo en Dios y, hecho luz, ilumina a sus hermanos. Saca agua y tiene sed, la posee en abundancia y busca siempre morada en Dios y vive como un extraño, ya ve el sol y pide ver. Su sabiduría nace en el silencio y comprende la Palabra en verdad, el oído atento al sonido de la voz que habla a quien la escucha con fe. Que nuestro canto sea la Eucaristía, oh Santo Padre que creaste al hombre y que lo glorificaste en el Hijo para que de Tu Soplo renazca en el Reino.
Oración inicial
Oh Dios, que glorificaste a tu siervo José de Cupertino y lo pusiste entre Tu pueblo como patrón y protector para mostrarle el camino que conduce a Ti, por su intercesión, concede según Tu voluntad las oraciones que humildemente te presentamos y, en Tu misericordia, concédenos disfrutar en el Paraíso, junto con Tus santos, de la visión bendita de Tu rostro. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Oración
San José de Cupertino, nuestro hermano e intercesor, te rogamos que presentes al Señor Dios Todopoderoso los deseos de nuestro corazón, para que, conforme a la voluntad de Dios, podamos obtener las gracias que necesitamos. Que interceda por nosotros también la dulcísima Madre de Dios y nuestra Madre, a quien, unidos a ti, dirigimos nuestra súplica:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. valle de lágrimas. Ea pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
Letanías de San José de Cupertino
Señor, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial,
ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo,
ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo,
ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios,
ten piedad de nosotros.
San José de Cupertino de Cupertino, ruega por nosotros
Amigo de los sencillos,
Humilde voz de la Sabiduría de Dios,
Defensor de los más pequeños,
hombre manso,
Tú que has experimentado la enfermedad y el dolor,
Tú que has vivido como extranjero y peregrino,
Tú que has imitado al Siervo sufriente,
Tú que has dado toda tu confianza en Dios,
En el amor de la pobreza,
Fiel hijo de San Francisco,
Hombre penitente,
Llama que reaviva la fe,
Tú que escudriñaste los corazones de hermanos,
Tú que alegraste la vida fraterna,
Tú que disipaste riñas y contiendas,
Centinela que supo mirar lejos,
Poeta inspirado del Misterio,
Cantor incansable de María ,
Orando desde las palabras de fuego,
Ardiendo de amor por la Eucaristía,
Tú que tenías hambre y sed de la voluntad de Dios,
Tú que no podías vivir sin el Cordero,
Tú que te levantaste en vuelo para unirte al Esposo,
Tú que luchaste con Dios en oración,
Hombre puro de corazón,
Discípulo de Jesús,
Discípulo de la Madre de Dios,
Sacerdote de santo deseo,
Pacificador,
Hombre sencillo,
Consejero de los poderosos,
Profeta de la Verdad,
Tú que vivías escondido,
Tú que estabas encantado contemplando el Virgen,
Tú que bailaste de alegría ante el Niño,
Tú que anhelaste ver el Paraíso,
Palabra de reconciliación,
Buscador incansable de Dios,
Locos de amor por el Crucifijo,
Hombre ardiendo en el Espíritu Santo,
Hijo obediente de la Iglesia,
San José de Cupertino, hombre de alegría,
San José de Cupertino, protector de los estudiantes,
San José de Cupertino, hermano nuestro,
San José de Cupertino, patrón nuestro,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas quita los pecados del mundo, escúchanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros,
Ruega por nosotros o bendito José de Cupertino,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos:
Oh Dios, que con admirable sabiduría has querido atraer todas las cosas a Tu Hijo Unigénito, haz que, elevándonos de las codicias terrenales, por los méritos y el ejemplo de san José de Cupertino, podamos conformarnos plenamente a Tu mismo Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.