El poder de la Virgen María ¿qué es?

La Criatura Más Poderosa Después de la Santísima Trinidad: La Virgen María

Oraciones a la Santísima Virgen María
La Santísima Virgen María y el Niño Jesús

La doctrina católica enseña que la criatura más poderosa después de la Santísima Trinidad es la Virgen María. Aunque los ángeles, como San Miguel Arcángel, poseen una naturaleza superior a la humana en términos de inteligencia y poder, María ha sido elevada por Dios a una dignidad sin igual debido a su papel en la historia de la salvación. Esta verdad se fundamenta tanto en la Sagrada Escritura como en el Magisterio de la Iglesia, expresado en el Catecismo de la Iglesia Católica.

Fundamento Bíblico

  1. Llena de Gracia y Elegida por Dios
    En Lucas 1, 28, el Arcángel Gabriel saluda a María diciendo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Esta expresión indica que María ha sido favorecida por Dios de una manera única. Su plenitud de gracia la hace superior a cualquier otra criatura creada por Dios.
  2. Madre de Dios (Theotokos)
    En Lucas 1 ,43, Isabel, llena del Espíritu Santo, proclama: “¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?”. El título “Madre de mi Señor” confirma que María es la Madre de Dios, lo que le otorga una dignidad incomparable.
  3. Participación en la Obra Redentora
    En Juan 19, 26-27, Jesús, desde la cruz, entrega a Su Madre al discípulo amado, diciendo: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. La tradición de la Iglesia interpreta este pasaje como la proclamación de María como Madre espiritual de todos los fieles, dándole un rol de intercesora y mediadora ante su Hijo.
  4. Reina del Cielo
    En Apocalipsis 12, 1 se describe una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza. La tradición católica ha identificado esta figura con la Virgen María, mostrando su papel como Reina del Cielo y Madre de la Iglesia.

Fundamento en el Catecismo de la Iglesia Católica

  1. María, Madre de Dios y Llena de Gracia
    El Catecismo enseña en el número 411 que María es la Nueva Eva, preservada de toda mancha de pecado original, en previsión de los méritos de Cristo: “María «llena de gracia» por Dios (Lc 1, 28) había sido redimida desde su concepción”. (CIC 491)
  2. María como Intercesora y Mediadora
    En el número 969, el Catecismo afirma: “Esta maternidad de María perdura sin cesar en la economía de la gracia (…) procurándonos con su múltiple intercesión los dones de la salvación eterna”. Esto confirma su papel como intercesora poderosa.
  3. María, Reina del Cielo
    En el número 966, la Iglesia proclama su Asunción y su glorificación como Reina del universo: “Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo y enaltecida por Dios como Reina del universo”.

Conclusión

La Virgen María, por designio divino, ha sido elevada por encima de cualquier criatura, incluyendo a los ángeles. Su papel como Madre de Dios, su participación en la redención, su intercesión constante y su glorificación en el Cielo la hacen la criatura más poderosa después de la Santísima Trinidad. Su poder no proviene de sí misma, sino de la gracia que Dios le ha concedido, y su misión es llevarnos a su Hijo, Jesucristo, Nuestro Salvador.

Hay varios santos que han expresado de manera exaltada el poder de intercesión y la grandeza de la Virgen María en frases que destacan su posición única como la más poderosa después de Dios. Aquí compartimos algunas citas que reconocen su singular poder de intercesión y su lugar en la economía de la salvación:

San Ireneo, Padre de la Iglesia  de los primeros siglos que combatió herejías

«El nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María; lo que ató la virgen Eva por la incredulidad, la virgen María lo desató por la fe». 

San Francisco de Asís

“Dios os salve, María, Madre de Dios. En vos está y estuvo toda la plenitud de la gracia y todo bien”

Santa Teresa de Calcuta

“La grandeza de María reside en su humildad. Jesús, quien vivió en estrechísimo contacto con ella, parecía querer que nosotros aprendiéramos de él y de ella una lección solamente: ser mansos y humildes de corazón”.

San Juan Bosco

“La devoción y el amor a María Santísima es una gran protección y un arma poderosa contra las asechanzas del demonio”

San Juan María Vianney (Cura de Ars)

“Si yo no tuviera a la Madre de Dios que me defiende a cada paso de los peligros del alma, ya habría caído el poder de Satanás”.

San Buenaventura

“No temen tanto los soldados un copioso ejército de enemigos como teme el poder del infierno al oír el nombre de María”.

Santa Teresa de los Andes

“María, eres la Madre del Universo. ¿Quién no se anima al verte tan tierna, tan compasiva, a descubrir sus íntimos tormentos? Si es pecador, tus caricias lo enternecen. Si es tu fiel devoto, tu presencia solamente enciende la llama viva del amor divino”, dijo la carmelita descalza latinoamericana».

San Josemaría Escrivá de Balaguer

“Antes, solo, no podías. Ahora, has acudido a la señora, y, con ella, ¡qué fácil!”

Estas expresiones buscan resaltar la poderosa intercesión y el rol especial de María, siempre subordinado a Dios. La Iglesia permite y fomenta la veneración hacia María como Madre y Reina, siempre en dependencia de su Hijo y en armonía con la enseñanza de que solo Dios es omnipotente.