La Iglesia desde sus comienzos, y través del espacio y del tiempo, siempre ha proclamado a Cristo; un Cristo que ama infinitamente a toda la humanidad y que ha llegado hasta dar su vida para salvarla.
Muchos santos han hablado de Él, de su amor, bajo el signo del Corazón. Santa Margarita María se inscribe en esta estirpe que se remonta muy lejos en la historia. Lo hace más o menos en los mismos términos que quienes la han precedido, pero lo distintivo en ella es que el mismo Señor le encarga una misión con carácter universal para toda la Iglesia. Ella ha encarnado ese mensaje y nos comunica su propia experiencia, su forma de mirar, conocer, amar al Señor, vivir de Él y en Él.
La espiritualidad del Sagrado Corazón no es una “devoción” particular, una repetición de prácticas externas, sino que abarca toda la existencia, ya que es una “síntesis del cristianismo” y como “una segunda redención”, en palabras del Magisterio de la Iglesia.
A través de imágenes simbólicas, Margarita María nos ayuda a conocer mejor al Señor, su Corazón, a ser de los que Él llama sus amigos. Ciertamente, ella no duda en proclamar su impotencia para traducir todo lo que ha visto y oído. Es inexpresable, inefable: “Él me descubrió las maravillas inexplicables de su puro amor, y hasta qué exceso le había llevado a amar a los hombres”.
“Mi Corazón está tan apasionado de amor por los hombres… que no pudiendo ya contener en sí mismo las llamas de su ardiente caridad, le es preciso comunicarlas por tu medio…”-Jesús
- A las almas consagradas a mi Corazón, les daré las gracias necesarias para su estado.
- Daré la paz a las familias.
- Las consolaré en todas sus aflicciones.
- Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, y principalmente en la hora de la muerte.
- Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas.
- Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia.
- Las almas tibias se harán fervorosas.
- Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección.
- Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada.
- Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones empedernidos.
- Las personas que propaguen esta devoción, tendrán escrito su nombre en mi Corazón y jamás será borrado de él.
- A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos, el amor omnipotente de mi Corazón les concederá la gracia de la perseverancia final.
Condiciones para obtener las gracias prometidas por el Sagrado Corazón de Jesús:
- Recibir sin interrupción la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes consecutivos.
- Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final.
- Ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.
12 Promesas del Sagrado Corazón de Jesús explicadas en Youtube
Fuentes: https://amaralamor.com