«El Cordero que fue inmolado es digno de recibir poder y riqueza, sabiduría y fuerza, honor, gloria y bendición» (Ap 5, 12
Esta triple corona es un acto de amor al Corazón de Jesús. Nos ayuda a contemplarlo en los misterios de la Encarnación, de la Redención y de la Eucaristía. Estos expresan, ante todo, el fuego del amor de Dios por nosotros, el fuego nuevo que el Corazón de Jesús ha venido a comunicarnos. Le pedimos a Cristo Jesús que esta contemplación se realice con los sentimientos de Su Corazón hacia el Padre y hacia los hombres (Padre L. Dehon).
Dice Jesús: «He venido a traer fuego a la tierra; ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!» (Lc 12, 49).
Cómo rezar este Rosario del Sagrado Corazón de Jesús
Comenzamos con la Señal de la Cruz
Alabanza inicial:
Te bendecimos, Corazón de Jesús, te glorificamos unidos a la alabanza perenne del Cielo, te damos gracias con todos los ángeles y santos, te amamos junto a María Santísima y a San José, su esposo. Te ofrecemos nuestro corazón. Dígnate aceptarlo, llenarlo de Tu amor y hacerlo contigo una ofrenda agradable al Padre. Enciéndenos con Tu Espíritu para que podamos alabar dignamente Tu Nombre y anunciar Tu salvación a las naciones. En un prodigio de amor nos has redimido con Tu preciosa Sangre. Corazón de Jesús, nos confiamos a Tu perenne Misericordia. En Ti está nuestra esperanza: no seremos confundidos eternamente. Amén.
Ahora se anuncian los misterios, según la formulación dada, eligiendo según los días un solo misterio o el grupo de misterios más idóneo. Después de cada misterio es bueno hacer un poco de reflexión y silencio.
Si deseas, puedes rezar los tres grupos de misterios.
Los Misterios de la Encarnación
Misterios de la Pasión
Misterios de la Eucaristía
Al final:
Señor Jesús, acepta la ofrenda de nosotros mismos y preséntanos al Padre en unión con Tu oblación de amor, en reparación por nuestros pecados y por los de todo el mundo. Concédenos tener en nosotros los sentimientos de Tu Corazón, imitar Sus virtudes y recibir Sus gracias. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Oración por la conversión del corazón (del Padre Dehon)
Jesús, eres tan bueno al advertirme, al buscarme, al humillarme. Que yo no me resista a Tu gracia, como lo hizo Simón el fariseo, y me convierta como María Magdalena. Jesús mío, dame la generosidad para negarme a mí mismo, para que mi conversión no sea imperfecta y no caiga en las faltas pasadas. Dame la gracia de amar el sacrificio y de corresponder a todos los sacrificios que me pides. Jesús, postrado a Tus pies, permíteme decirte que estoy avergonzado y te amo. No te pido la dulzura de las lágrimas de arrepentimiento, sino el verdadero y amoroso arrepentimiento de un corazón que siente haberte ofendido y permanece afligido por ello toda la vida. Amén.
ACTO DE CONSAGRACIÓN
de Santa Margarita María de Alacoque
Yo (nombre y apellido), doy y consagro al adorable Corazón de Jesucristo mi persona y mi vida, mis acciones, penas y sufrimientos, renunciando a servirme de cualquier parte de mi ser que no sea para honrarlo, amarlo y glorificarlo. Esta es mi voluntad irrevocable: ser completamente Suyo y hacer todo por Su amor, renunciando de corazón a todo lo que pueda desagradarle. Te elijo, oh Sagrado Corazón, como único objeto de mi amor, como guardián de mi vida, prenda de mi salvación, remedio de mi fragilidad e inconstancia, reparador de todas las culpas de mi vida y refugio seguro en la hora de mi muerte. Corazón amoroso, deposito toda mi confianza en Ti, porque temo todo por mi malicia y debilidad, pero espero todo de Tu bondad. Consuma, por lo tanto, en mí todo lo que pueda desagradarte o resistirte; que Tu puro amor se imprima profundamente en mi corazón, para que no pueda olvidarte ni ser separado de Ti. Te pido, por Tu bondad, que mi nombre esté escrito en Ti, porque deseo encontrar toda mi felicidad y mi gloria en vivir y morir como Tu siervo. Amén.