Por qué rezar el Rosario

El Rosario es la más bella y la más rica en gracias de todas las oraciones; es la oración que más toca el Corazón de la Madre de Dios… y si desean que la paz reine en sus hogares, recen el Rosario en familia ”. -Papa San Pío X

Por qué rezar el Rosario
Por qué rezar el Rosario

Los beneficios de rezar el rosario son extraordinarios. Además de las promesas del rosario, la oración diaria del rosario también nos proporciona un tremendo crecimiento espiritual. El Rosario nos hace más conscientes. ¿Qué significa esto exactamente? Básicamente, ganar conciencia significa adquirir conocimiento sobre uno mismo y cómo uno se relaciona con su entorno. Con una mejor percepción de su propio ser, se logra una mayor conciencia de sí mismo. Como resultado, se alinea más con Dios y Su santa voluntad.

El Beato Alan de la Roche, el Padre Jean Dumont, el Padre Thomas, las crónicas de Santo Domingo y otros escritores que han visto estas cosas con sus propios ojos, hablan de las maravillosas conversiones que produce el Santo Rosario. Los grandes pecadores -tanto hombres como mujeres- se han convertido después de veinte, treinta o incluso cuarenta años de pecado y vicio indecible, porque perseveraron en el rezo del Santo Rosario.

Por qué rezar el Rosario

10 bendiciones del santo rosario

  1. Los pecadores son perdonados
  2. Las almas sedientas son saciadas
  3. A los que están atados, se les rompen las ataduras
  4. Los que lloran encuentran felicidad
  5. Los que son tentados encuentran paz
  6. Los pobres encuentran ayuda
  7. Los religiosos se reforman
  8. Los ignorantes son instruidos
  9. Los vivos aprenden a superar el orgullo
  10. Los muertos (las almas santas) son aliviados en sus dolores por los sufragios

7 beneficios de rezar el rosario

  1. Nos da poco a poco un conocimiento perfecto de Jesucristo
  2. Purifica nuestras almas lavando el pecado
  3. Nos da la victoria sobre nuestros enemigos
  4. Nos facilita la práctica de las virtudes
  5. Nos enciende el fuego del amor de Nuestro Señor
  6. Nos enriquece con gracias y méritos
  7. Nos proporciona lo necesario para pagar todas nuestras deudas con Dios y con nuestros semejantes; y finalmente obtiene toda clase de gracias para nosotros de Dios Todopoderoso.

Si practicas esta devoción y ayudas a difundirla aprenderás más del Rosario que de cualquier libro espiritual. Y además, tendrás la felicidad de ser recompensado por Nuestra Señora de acuerdo con las promesas que hizo a Santo Domingo, al Beato Alan de la Roche y a todos aquellos que practican y fomentan esta devoción que ella tanto ama. Porque el Santo Rosario enseña a las personas sobre las virtudes de Jesús y María, y las lleva a la oración mental y a imitar a Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Les enseña a acercarse a los sacramentos a menudo, a esforzarse genuinamente por las virtudes cristianas y a hacer todo tipo de buenas obras, así como a interesarlos en las muchas indulgencias maravillosas que se pueden obtener a través del Rosario.

La gente a menudo no se da cuenta de lo rico que es el Rosario en indulgencias. Esto se debe a que muchos, cuando predican sobre Rosario, casi nunca mencionan las indulgencias y dan un sermón más bien florido y popular que suscita admiración pero no enseña más allá.

En palabras del Beato Alan de la Roche, el Santo Rosario es la raíz y el depósito de innumerables bendiciones.



Indulgencias

La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal debida a pecados cuya culpa ya ha sido perdonada.

Una indulgencia es PLENARIA o PARCIAL, dependiendo de si libera a uno del todo o de una parte del castigo temporal debido al pecado.

Esto significa que uno fiel que, con un corazón contrito, realiza una obra enriquecida con una indulgencia parcial, recibe por el poder de la Iglesia la misma cantidad de remisión del castigo temporal que ya ha obtenido por la obra misma. En otras palabras, la remisión se duplica y con la frecuencia que se realiza el trabajo prescrito. Una indulgencia plenaria significa una remisión total del castigo temporal, siempre que se apliquen varias otras condiciones, además del trabajo realizado o la oración dicha.

Se concede indulgencia plenaria, si el Rosario se reza en una iglesia u oratorio público o en un grupo familiar, una comunidad religiosa o una asociación piadosa; se concede una indulgencia parcial en otras circunstancias.

«Ahora el Rosario es una fórmula determinada de oración, que se compone de quince décadas de Ave Marías con un Padre Nuestro antes de cada decena, y en las que el rezo de cada decena va acompañado de una piadosa meditación sobre un misterio particular de nuestra redención». (Breviario romano)

La obtención de la indulgencia plenaria está regulada por las siguientes normas:

  1. Basta el rezo de un solo grupo de misterios, es decir las cinco decenas, pero deben recitarse sin pausa.
  2. La recitación vocal debe ir acompañada de una meditación piadosa sobre los misterios.
  3. En la recitación pública los misterios deben anunciarse en la forma habitual en el lugar; para la recitación privada, sin embargo, es suficiente si la recitación vocal va acompañada de meditación sobre los misterios.

Fuentes: