«Deseo que durante estos nueve días encamines almas hasta el manantial de Mi misericordia, para que encuentren allí la fortaleza, el refugio y toda aquella gracia que necesiten en las penalidades de la vida, y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a Mi corazón un grupo de almas diferentes y las sumergirás en el océano de Mi misericordia y Yo conduciré todas esas almas a la mansión de Mi Padre… Todos los días implorarás a Mi Padre gracias para esas almas en atención a los méritos de mi amarga Pasión.»
La novena consiste en rezar la Coronilla a la Divina Misericordia durante 9 días consecutivos, en cualquier época del año, con el fin de obtener gracias especiales. Y aunque no son parte de la liturgia oficial de la Iglesia, ésta misma las recomienda. Un intención común suele ser el descanso de un ser querido fallecido.
Cómo rezar la Novena a la Divina Misericordia
En resumen se debe rezar la Coronilla a la Divina Misericordia durante 9 días, pero existen diferentes intenciones para cada día, las cuales te mostramos a continuación junto a sus diferentes oraciones iniciales. Se suele comenzar esta novena el día viernes santo, ya que siendo el Viernes Santo del año 1937, Jesús le pidió a Santa Faustina que rezara una Novena especial para prepararse para La Fiesta de la Misericordia por la conversión del mundo entero y para que se conozca la Divina Misericordia.
A continuación rezar la Coronilla a la Divina Misericordia ⬅ver link
Estas son las instrucciones básicas para seguir el diagrama, te recomiendo ver este link para conocer la coronilla con todos sus detalles.
En cada cuenta grande recitar:
«Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, en expiación de nuestros pecados y los del mundo entero.»
En cada cuenta pequeña recitar:
«Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.»
Al final de las 5 decenas recitar 3 veces:
«Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.»
¿Por qué rezamos novenas?
Uno de los orígenes de las novenas corresponde a la novena hora de oración para el pueblo de Israel. La novena hora en la sinagoga era una de las horas especiales de oración, como lo ha sido la hora nona (novena) en la Iglesia. La nona en la Iglesia católica, es una de las horas de oración de la Liturgia de las Horas que se reza a diario a las 3 de la tarde, hora en que murió Jesús. Por esta razón el número nueve indica dolor y sufrimiento.
También se sabe que tiene una base bíblica, ya que los apóstoles oraron durante nueve días para esperar una gracia muy especial: La venida del Espíritu Santo. Se sabe que entre la Resurrección y la Ascensión hay 40 días; y hay nueve días entre la Ascensión y Pentecostés. “Todos ellos se reunían siempre para orar con algunas mujeres, con María, la madre de Jesús…” (Hech 1, 14). Por eso la novena tomó un sentido de anticipación y preparación a una fiesta.
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