Novena

Novena a Cristo Rey

Novena a Cristo Rey
Novena a Cristo Rey

La novena comienza idealmente nueve días antes de la fiesta de Cristo Rey, la cual es una fiesta móvil que se produce el último domingo del año litúrgico.

En respuesta al creciente nacionalismo y secularismo, el Papa Pío XI escribió en Quas Primas: “Los hombres deben buscar la paz de Cristo en el Reino de Cristo”. Esta novena es un recordatorio de quién es el verdadero rey y a quién debemos amar con todo nuestro corazón. Si bien nuestros países y líderes merecen el respeto que se les debe, es Jesucristo quien está en primer lugar.

Cómo rezar la Novena a Cristo Rey

Señal de la Cruz:Por la señal (✝) de la Santa Cruz de nuestros enemigos (✝) líbranos, Señor (✝) Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial para cada día

Dios todopoderoso y misericordioso, Tú quebrantas el poder del mal y lo renuevas todo en tu Hijo Jesucristo, Rey del universo. Que todos en el cielo y en la tierra aclamen tu gloria y nunca dejen de alabarte.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Día 1

Lectura bíblica: Un reino que no es de este mundo, pero está en este mundo creado por Dios

Respondió Jesús: «Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos: pero mi Reino no es de aquí». Entonces Pilato le dijo: «¿Luego tú eres Rey?». Respondió Jesús: «Sí, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad». -Jn 18, 36-37

Reflexión:

El Reino de Cristo está "consagrado en la verdad", y Cristo nos invita a ir más allá de la lógica y las seguridades humanas para vivir según la lógica del Reino. Al vivir en la verdad, somos capaces de vivir con la fe, alegría, paz y confianza que sólo proceden de Él. Nos invita a colaborar con Él en la misión de hacerle presente con creatividad en este mundo que Él ha creado, que vio que era bueno, en el que nos invita a descubrir la fuerza redentora de su amor para hacerle presente saliendo al encuentro de las necesidades de los demás.

Oración:

Señor Jesús, guíanos por tu camino para que seamos fieles a nuestra identidad y carisma, convirtiéndonos en testigos de la vida del Reino que deseas para nosotros y que ya está presente entre nosotros porque eres tú mismo, y tú estás vivo. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén

Día 2

Lectura bíblica: Un Reino que no es pasivo, que tiene el impulso del amor

Por todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos. No penséis que he venido a traer paz a la tierra. No he venido a traer paz, sino espada. -Mt 10, 32-34

Reflexión:

Cristo era un hombre de acción. No tuvo miedo de seguir adelante incluso cuando las presiones externas podrían haberle instado a retroceder y ser menos controversial. En Cristo encontramos el modelo de una prudencia que no es pasiva, sino una prudencia decidida que
busca lo mejor para el Reino.

Oración:

Señor Jesús, aléjanos de los miedos que nos dividen y nos separan de nuestros hermanos, danos el valor de seguir adelante, de la inspiración, la paz y la generosidad del Espíritu Santo para hacer presente tu amor, a ti, que eres el Reino en persona. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén.

Día 3

Lectura bíblica: Un Reino no construido sobre nuestras seguridades

Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos». -Mt 5, 1-3

Reflexión:

«Los “pobres de espíritu” son aquellos que son o se sienten pobres, mendicantes, en lo profundo de su ser», dice el Papa Francisco. Cristo envió a sus discípulos a colaborar en su misión solo con las necesidades materiales básicas cubiertas, poniéndolos en manos de la Providencia. Así les recordaba que no son ellos quienes realizan la misión con su propia fuerza, medios y aparentes seguridades, sino que es la gracia y el poder de Dios obrando a través de ellos, sosteniéndolos, saliendo al encuentro de las personas en sus necesidades con su amor que sana, y salva el mundo.

Oración:

Señor Jesús, aumenta en nosotros el deseo de los bienes espirituales, para que, desprendiéndonos de las criaturas de esta tierra, anhelemos más ardientemente los tesoros de tu Reino. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén.

Día 4

Lectura bíblica: Un Reino de amigos, no de siervos

No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. -Jn 15, 15-16

Reflexión:

Cristo nos recuerda continuamente que su Reino se rige por el amor y no por la dominación o el estatus. Hacer presente el Reino, a Cristo, no es un ejercicio de demostración de fuerza, sino de amor y de interés genuino por el bien del otro, en quien Cristo mismo habita: “lo que hicisteis con uno de estos pequeños, a mí me lo hicisteis”. (Cfr. Mt 25, 40)

Oración:

Señor Jesús, nos has llamado a estar cerca de ti de un modo particular a través de la espiritualidad del Reino. Inflama nuestros corazones con tu amor y danos tu comprensión y caridad hacia nuestros hermanos y hermanas. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén.

Día 5

Lectura bíblica: Un Reino de los que no buscan ser servidos, sino servir

Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos». -Mt 20, 25-28

Reflexión:

En el Reino de Cristo, servir es reinar. Cristo mostraba constantemente a sus discípulos, a través de su ministerio y su predicación, que está introduciendo una nueva visión del mundo con su amor en el centro. Esta es la radicalidad del evangelio: “Tuve hambre, y me disteis de comer. (Cfr. Mt. 25, 35-40).

Oración:

Señor Jesús, al llamarnos a hacer presente tu Reino, a ti, que eres el Reino en persona, nos has llamado a servir a cada persona concreta que pones en nuestras vidas; concédenos la generosidad y la humildad de entregarnos para hacerte presente en cada encuentro, aunque a veces la misión sea difícil o nuestro servicio pase desapercibido, seguros de que te somos gratos a ti. Regálanos la experiencia de tu amor y de que estás aquí, con cada uno, con nosotros. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén.

Día 6

Lectura bíblica: Un Reino que es trigo entre la cizaña

Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero. -Mt 13, 30

Reflexión:

Cristo esperó hasta el momento adecuado para todo lo que hizo. Llegó en un momento concreto de la historia. Vivió oculto durante muchos años. Su vida pública se desarrolló en tiempos y formas particulares. Si Él es nuestro Rey, entonces debemos aprender a confiar en su tiempo y en su plan, sin temor a las imperfecciones y cizañas de la vida, confiando en la paciente esperanza de Dios, que sabe que el mal no tiene la última palabra en nuestra vida y que lo que parece cizaña puede llegar también a ser buen trigo.

Oración:

Señor Jesús, ayúdanos a aceptar las circunstancias que pones en nuestras vidas, sabiendo que debemos aprender a aceptar lo malo con lo bueno. Te damos gracias por todos los dones que nos has concedido y buscamos el entendimiento que viene del Espíritu Santo, para que podamos ser instrumentos con los que puedas transformar las situaciones más dolorosas y difíciles en momentos de gracia. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén.

Día 7

Lectura bíblica: Un Reino brota de lo pequeño, como un grano de mostaza

El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas. -Mt 13, 31-32

Reflexión:

Cristo Rey también fue una vez un niño pequeño e indefenso, que ni siquiera era capaz de caminar por sí mismo. Él nos muestra cómo asumir la llamada a la grandeza que llevamos dentro, en particular mostrándonos nuestra dignidad como hijos e hijas de Dios.

Oración:

Señor Jesús, reconociendo nuestra pequeñez venimos ante ti para pedirte que guíes nuestros pasos por el camino de la santidad, por insuficientes que nos sintamos. Al convertirnos en miembros más dóciles de tu Reino, muéstranos la verdad de nuestra vocación, por la que te haces cada vez más presente en el mundo. Por Cristo, Nuestro Señor.

Día 8

Lectura bíblica: Un Reino que es como la levadura en la masa

El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo. -Mt 13, 33

Reflexión:

Cristo envió a sus discípulos a los pueblos para que fueran sus representantes y testigos. Después de aprender de Él, debemos también estar preparados para salir y dar testimonio de una vida que ha sido transformada por Él, comenzando por las acciones más pequeñas que realmente pueden llegar a ser transformadoras, especialmente cuando nuestro ejemplo comienza a tocar a otros.

Oración:

Señor Jesús, enséñanos el valor de hacerte presente aquí y ahora, allí donde estemos, convirtiéndonos en la levadura de la sociedad capaz de provocar tantos cambios con el poder de lo sencillo, en con la fuerza de tu amor. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén

Día 9

Lectura bíblica: Un Reino que es el tesoro escondido en un campo.

El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo. -Mt 13, 44

Reflexión:

Jesús nos enseña que Él es el tesoro que llena de significado nuestra vida. Un tesoro escondido que estamos llamados a encontrar; al que misteriosamente hallamos oculto en las necesidades de los demás, en nuestra fragilidad y miserias, en el dolor, en todo lo que escapa de nuestro control.

Oración:

Señor Jesús, ven a nuestros corazones y enséñanos a encontrarte como la respuesta profunda y radical a nuestros anhelos y deseos, que llena de alegría nuestra vida y por la que estemos dispuestos a entregarlo todo. Ayúdanos a reconocerte presente en todo y en todos, a ti que eres
el Reino en persona. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén

Presentamos nuestras intenciones. Rezamos un Padre Nuestro, Ave María y Gloria



Oración final para cada día

Oh Señor Dios nuestro, sólo Tú eres el Santísimo Rey y Gobernante de todas las naciones. Te rogamos, Señor, con la gran expectativa de recibir de Ti, oh Divino Rey, la misericordia, la paz, la justicia y todos los bienes. Protege, oh Señor nuestro Rey, a nuestras familias y a la tierra que nos vio nacer. Guárdanos, te rogamos, Fiel. Protégenos de nuestros enemigos y de tu justo juicio. Perdónanos, oh Rey Soberano, nuestros pecados contra Ti. Jesús, Tú eres un Rey de Misericordia. Hemos merecido tu justo juicio. Ten piedad de nosotros, Señor, y perdónanos. Confiamos en Tu Gran Misericordia. Oh Rey más imponente, nos inclinamos ante Ti y oramos: que Tu soberanía y Tu Reino, sea reconocido en la tierra. Amén.

Jaculatoria: Cristo Rey, ¡venga tu Reino! Amén.

Novena a Cristo Rey en Youtube

Fuentes:

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