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Breve biografía de Santo Tomás de Aquino

Biografía de Santo Tomás de Aquino
Biografía de Santo Tomás de Aquino

Santo Tomás de Aquino, fue miembro de la Orden de Santo Domingo, también conocida como Orden de Predicadores, Orden Dominicana o Dominica. Fue sacerdote, fraile, escritor, teólogo, filósofo y jurista católico. Es destacado como el principal exponente de la enseñanza escolástica y figura prominente en la teología sistemática. Es patrono de estudiantes, escuelas católicas, apologistas, libreros, de la castidad, de filósofos, editores, eruditos, teólogos y nuestra Iglesia lo recuerda cada 29 de enero.

Primeros años

Se cree que Tomás nació alrededor del año 1225, en el castillo de Roccasecca en el antiguo condado del Reino de Sicilia, que hoy es la región italiana del Lacio. Sus padres eran Landolfo, conde de Aquino y Teodora, condesa de Teano.

A los 5 años, Tomás comenzó su educación en el monasterio benedictino de Montecasino, donde su tío era abad. Allí permaneció hasta que el conflicto militar entre el emperador Federico II y el Papa Gregorio IX llegó a la abadía. Luego fue trasladado y matriculado en el Studium Generale de Nápoles.

Decisión de ser dominico

La familia de Tomás quería que se convirtiera en abad de Montecasino, ya que les parecía apropiado para la nobleza, sin embargo en la Universidad entró en contacto con dominicos, que influyeron mucho en él e hicieron planes para que se uniera a su orden.

Cuando la familia de Tomás se enteró de que quería unirse a la Orden Dominica, se escandalizó, ya que no les parecía apropiado, puesto que eran mendicantes. Su madre Teodora hizo arreglos para que lo trasladaran a París. Cuando Tomás viajaba a Roma, sus hermanos lo capturaron y lo devolvieron a sus padres en el castillo de Monte San Giovanni Campano.

Tomás estuvo cautivo en el castillo durante un año mientras su familia intentaba convencerlo de desistir de su decisión. En el año de su reclusión, Tomás fue tutor de sus hermanas y mantuvo comunicación con miembros de la Orden Dominica.



Castidad

En un esfuerzo por hacer cambiar de opinión a Tomás, sus hermanos contrataron a una meretriz para seducirlo, pero él tomó una antorcha encendida de la pared y persiguió a la mujer por toda la habitación hasta que pedía a gritos que la dejaran salir. Cuando los guardias abrieron la puerta, Tomás usó la antorcha para marcar una Señal de la cruz en el marco de la puerta, sellando para siempre la habitación de la torre como un lugar para Cristo. En ese momento, dos ángeles aparecieron en la sala de la torre y colocaron un cinturón blanco alrededor de la cintura de Tomás, simbolizando su victoria para la castidad. Desde ese momento en adelante, nunca más tuvo que luchar contra las tentaciones de la lujuria.

Cuando Teodora se dio cuenta de que no podía convencer a su hijo, permitió que escapara por una ventana. Ella creía que una fuga secreta era mejor que parecer que aceptaba su decisión.

Educación y docencia

Al año siguiente, Tomás fue a estudiar a la Facultad de Artes de la Universidad de París, donde conoció a San Alberto Magno, catedrático de Teología.

En 1248, Tomás decidió seguir a Magno al nuevo Studium Generale en Colonia en lugar de aceptar la oferta del Papa Inocencio IV de nombrarlo abad de Montecasino. Aunque Tomás dudó, cuando llegaron a la universidad, Magno lo nombró maestro de estudiantes.

Tomás era reservado y rara vez hablaba en la universidad, lo que llevó a otros estudiantes a creer que tenía un retraso mental, pero Magno dijo proféticamente: «Lo llaman el buey mudo, pero en su enseñanza, un día producirá tal bramido que será escuchado en todo el mundo».

Al finalizar sus estudios, Tomás enseñó en Colonia como profesor aprendiz e instruyó a sus alumnos sobre los libros del Antiguo Testamento.

En 1252, Tomás regresó a París para obtener su maestría en Teología.

Obra

Más adelante en 1256, fue nombrado maestro regente en teología en París, y una de sus primeras obras después de asumir el cargo fue Contra impugnantes Dei cultum et religionem (Contra los que impugnan el culto y la religión de Dios), en defensa de las órdenes mendicantes, que habían estado siendo atacadas.

Durante los siguientes 18 años, Tomás escribió numerosos libros, sermones, comentarios sobre las Escrituras e incluso compuso algunos de los himnos más hermosos de nuestra Iglesia, como Pange Lingua y Adoro Te Devote.

Entre 1256 y 1259, Tomás escribió varios libros más y continuó como maestro, predicador y teólogo papal en París, Nápoles, Orvieto y Roma.

Cuando Santo Tomás escribió su obra más famosa, Summa theologiae (Suma Teológica), que trata de toda la teología católica, creía que era particularmente útil para los estudiantes principiantes «porque un doctor en la verdad católica no sólo debe enseñar a los competentes, sino que también le corresponde instruir a los principiantes».

En 1273, un sacristán vio a Tomás llorando y levitando en oración ante un icono de Cristo crucificado en el convento dominicano de Nápoles, en la Capilla de San Nicolás. Durante esta oración, Cristo le dijo: «Has escrito bien sobre Mí, Tomás. ¿Qué recompensa deseas por tu trabajo?»

Tomás respondió: «Nada más que a Ti, Señor».

Después de este suceso, algo ocurrió dentro de Tomás, pero nunca escribió ni habló de ello. La Suma Teológica, quedó desgraciadamente incompleta. Cuando se le preguntó por qué dejó de escribir, respondió: “No puedo continuar…. Todo lo que he escrito me parece paja en comparación con lo que he visto y lo que me ha sido revelado”.



Muerte

En mayo de 1274, Tomás fue llamado al Segundo Concilio de Lyon, donde se presentarían sus obras para el Papa Urbano IV. Mientras se dirigía a la reunión, se golpeó la cabeza con la rama de un árbol caído y cayó enfermo. Lo escoltaron a Montecasino para recuperarse y luego partió de nuevo.

Desafortunadamente, volvió a enfermarse y se detuvo en la abadía cisterciense de Fossanova, donde los monjes lo cuidaron durante varios días. Recibió su extremaunción y oró diciendo: «Te recibo, rescate de mi alma. Por amor a Ti he estudiado y velado, trabajado, predicado y enseñado…»

Santo Tomás de Aquino partió hacia los brazos del Señor el 7 de marzo de 1274 y sus restos fueron depositados en la Iglesia de los Jacobinos de Toulouse el 28 de enero de 1369, donde permanecen también hoy en día. Fue canonizado el 18 de julio de 1323 por el Papa Juan XXII.

Su fiesta original era el 7 de marzo, día de su muerte, pero debido a que a menudo caía dentro de Cuaresma, en 1969, una revisión del calendario romano trasladó su fiesta al 28 de enero, fecha en que sus reliquias fueron trasladadas a Toulouse. El Papa Pío V declaró a Santo Tomás doctor de la Iglesia, y lo llamó «la luz más brillante de la Iglesia».

La mayor contribución de Santo Tomás a la Iglesia católica son sus libros, los cuales aún se siguen utilizando, y por eso se le representa con un libro abierto o escribiendo a pluma. La unidad, armonía y continuidad de la fe y la razón, del conocimiento humano natural y revelado, impregna sus escritos.

Santo Tomás de Aquino fue sin lugar a dudas un ardiente defensor de la verdad revelada, que veía la razón como un don divino que debe ser muy apreciado; un hombre de profunda fe, que por su inmenso amor a Dios introdujo con valentía nuevos métodos mediante los cuales Su Señor, Nuestro Señor, podría ser mejor conocido y comprendido.

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