Las letanías son rogativas o súplicas que se hacen a Dios con cierto orden, invocando a la Santísima Trinidad, con intercesión de Jesucristo, la Virgen y los Santos. Las letanías más antiguas después de las de los Santos (año 595) corresponden a las de la Santísima Virgen, conocidas como lauretanas o de Loreto, y fueron aprobadas por Sixto V en 1587.
Aunque algunas personas le llaman «Letanías del Rosario», las -más correctamente llamadas- Letanías Lauretanas o Letanías a la Santísima Virgen en realidad no son parte el Rosario, sino que constituyen una oración aparte, por eso son totalmente opcionales a la hora de rezar el Rosario. Por supuesto se recomienda hacerlas, especialmente en grupo.
Las letanías han sido actualizadas por el papa Francisco en 2020, las cuales aparecen en color azul. Según el Vaticano, el lugar que corresponde a cada una de las nuevas invocaciones dentro de las Letanías, son las siguientes:
- «Madre de la misericordia» debe insertarse después de «Madre de la Iglesia»
- «Madre de la esperanza» después de «Madre de la Divina Gracia»
- «Consuelo de los migrantes» después de «Refugio de los pecadores»
Cómo rezar las Letanías del Rosario
Letanías lauretanas
Señor, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, óyenos
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Cristo, escúchanos
Dios, Padre celestial,
ten piedad de nosotros
Dios, Hijo, Redentor del mundo
ten piedad de nosotros
Dios, Espíritu Santo,
ten piedad de nosotros
Santísima Trinidad, un solo Dios,
ten piedad de nosotros
Santa María, ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios, ruega por nosotros.
Santa Virgen de las Vírgenes, ruega por nosotros.
Madre de Cristo, ruega por nosotros.
Madre de la Iglesia, ruega por nosotros.
Madre de misericordia, ruega por nosotros.
Madre de la divina gracia, ruega por nosotros.
Madre de esperanza, ruega por nosotros.
Madre purísima, ruega por nosotros.
Madre castísima, ruega por nosotros.
Madre siempre virgen, ruega por nosotros.
Madre inmaculada, ruega por nosotros.
Madre amable, ruega por nosotros.
Madre admirable, ruega por nosotros.
Madre del buen consejo, ruega por nosotros.
Madre del Creador, ruega por nosotros.
Madre del Salvador, ruega por nosotros.
Virgen prudentísima, ruega por nosotros.
Virgen digna de veneración, ruega por nosotros.
Virgen digna de alabanza, ruega por nosotros.
Virgen poderosa, ruega por nosotros.
Virgen clemente, ruega por nosotros.
Virgen fiel, ruega por nosotros.
Espejo de justicia, ruega por nosotros.
Trono de la sabiduría, ruega por nosotros.
Causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.
Vaso espiritual, ruega por nosotros.
Vaso digno de honor, ruega por nosotros.
Vaso de insigne devoción, ruega por nosotros.
Rosa mística, ruega por nosotros.
Torre de David, ruega por nosotros.
Torre de marfil, ruega por nosotros.
Casa de oro, ruega por nosotros.
Arca de la Alianza, ruega por nosotros.
Puerta del cielo, ruega por nosotros.
Estrella de la mañana, ruega por nosotros.
Salud de los enfermos, ruega por nosotros.
Refugio de los pecadores, ruega por nosotros.
Consuelo de los migrantes, ruega por nosotros.
Consoladora de los afligidos, ruega por nosotros.
Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.
Reina de los Ángeles, ruega por nosotros.
Reina de los Patriarcas, ruega por nosotros.
Reina de los Profetas, ruega por nosotros.
Reina de los Apóstoles, ruega por nosotros.
Reina de los Mártires, ruega por nosotros.
Reina de los Confesores, ruega por nosotros.
Reina de las Vírgenes, ruega por nosotros.
Reina de todos los Santos, ruega por nosotros.
Reina concebida sin pecado original, ruega por nosotros.
Reina asunta a los Cielos, ruega por nosotros.
Reina del Santísimo Rosario, ruega por nosotros.
Reina de la familia, ruega por nosotros.
Reina de la paz. ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten misericordia de nosotros.
Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oración: Te rogamos Señor, Dios nuestro, nos concedas gozar de continua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
Nos santiguamos para finalizar
Fuentes: