Es correcto decir “Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo?

Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo
¿Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo?

Decir “Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo” no es doctrinalmente incorrecto, porque expresa una verdad: la gloria se da a las tres Personas de la Santísima Trinidad.

Sin embargo, no es la forma litúrgicamente correcta ni tradicional de la oración conocida como el «Gloria» o «Gloria al Padre», y por eso no se debe cambiar su fórmula oficial.

1. Fórmula litúrgica aprobada por la Iglesia

La oración que usamos al final de los salmos, en el Rosario y en otros momentos, es:

“Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.”

Esta fórmula ha sido oficialmente aprobada y usada por la Iglesia durante siglos. Es parte del patrimonio litúrgico común, y cambiarla voluntariamente, aunque parezca menor, va contra la unidad y disciplina litúrgica.

2. Personalismos o modificaciones arbitrarias

Cuando alguien cambia oraciones litúrgicas con expresiones propias (aunque sean doctrinalmente válidas), se rompe la unidad de la oración eclesial. Las oraciones no son fórmulas privadas, sino que son parte de la oración de toda la Iglesia. Modificarlas con frases como:

  • “Gloria al Padre, gloria al Hijo…”
  • “Gloria al que vive, gloria al que reina…”
  • u otras variantes…

Puede parecer más devoto, pero introduce un personalismo no autorizado que confunde y desordena la oración común.

3. La forma original es teológicamente profunda

La fórmula “Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo” refleja la unidad de la Trinidad:

  • No repite “gloria” tres veces, porque la gloria es una sola para las tres Personas divinas.
  • El uso de la conjunción “y” une, sin dividir, mostrando que las tres Personas comparten la misma divinidad y gloria.

Decir «gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo» puede sonar como tres glorias separadas, lo cual, aunque no herético, puede oscurecer el misterio de la unidad trinitaria.

Entonces:

  • Modificarla debilita la unidad de la oración de la Iglesia.
    La forma tradicional tiene un peso teológico, espiritual y litúrgico que debemos respetar.
  • Se debe decir«Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.»
  • Tampoco es recomendable decir:
    «Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.»
    Aunque parece lo mismo, litúrgicamente no lo es.

Usar «y al Hijo, y al Espíritu Santo« subraya que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres Personas distintas en un solo Dios.

Omitir los «y» (por ejemplo: «Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo») es doctrinalmente válido, mucha gente lo dice así, incluso sacerdotes, y no es herético, pero no es totalmente fiel a la forma oficial prescrita por la Iglesia para la oración común y litúrgica.

Es bueno tomar en cuenta que en la versión original en latín sí se utiliza la conjunción: Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.