La hermana Consolata Betrone (1903-1946), religiosa capuchina, fue escogida por el Señor para confirmar al mundo la doctrina del camino de infancia espiritual, enseñado anteriormente por Santa Teresita del Niño Jesús, dándole una forma concreta y fácil para ser practicada por todos.
Jesús promete que cada vez que se pronuncie este acto de Amor: «Jesús y María, los amamos, salven nuestras almas», un alma se salvará. Esto es una señal de caridad perfecta por la súplica constante en favor de las almas, de todas las almas, las de la Iglesia militante que somos nosotros, y las de la Iglesia paciente, que son las benditas ánimas del Purgatorio.
Repetido a todo momento, en cualquier lugar, atrae una lluvia de gracias particulares, y sobre todo, prepara el triunfo de la misericordia divina en los corazones humanos, como un Nuevo Pentecostés a escala mundial.
La Coronilla del Amor, también conocida como el Rosario del Amor, es la continuación del Acto de Amor, que debe repetirse el día entero, (dentro de lo posible) y puede rezarse en las cuentas del Rosario, individualmente o en grupo.
Cómo rezar el Rosario del Amor
- Padre Nuestro
- Ave María
- Credo
- En las cuenta grandes: Sagrados Corazones de Jesús y de María; sean nuestro amor y salvación.
- En las cuentas pequeñas: Jesús, María, los amamos, salven nuestras almas.
- Al Final: Sagrados Corazones de Jesús y María, hagan que los amemos cada vez más (3 veces).
Fuente: